¡Estas cartas son maravillosas! No solo están llenas de sabiduría práctica para los jóvenes, sino que también son ejemplo del tipo de amor fraternal que debiera caracterizar a los discípulos de nuestro Señor. Esta es una útil herramienta para los hombres que quieren alentar y ayudar a los jóvenes a convertirse en fieles seguidores de Cristo. —TOM ASCOL
Este libro es muy refrescante en su exploración de temas clave que son tan relevantes actualmente como lo eran cuando se escribió este libro en el siglo XIX. Lo que es especialmente valioso de este libro es el modo en que aborda los temas que en la actualidad el movimiento evangélico rara vez menciona. El capítulo que versa sobre las amistades es un perfecto ejemplo a este respecto. ¡Lo recomiendo encarecidamente! —MICHAEL HAYKIN
Este es un libro de cartas espléndidamente vital. Nos sería muy útil a nosotros, los pastores, para dirigirnos a alumnos, etc. Que el Señor continúe trayendo a nuestras mentes cosas tan buenas como estas. —GEOFF THOMAS
Los consejos de estas cartas son precisamente los que un hermano querría decirle a otro si tuviera en el fondo de su corazón su utilidad para Dios. Los principios morales y espirituales son intemporales y el consejo es sano y sensato. Todos los niños deberían tener un hermano como demostró ser James Alexander para su hermano menor. Absorba tanto el espíritu de utilidad como la sabiduría de las recomendaciones que hay en estas páginas y será usted un instrumento dedicado a la causa del Maestro. —TOM NETTLES
El guardián de mi hermano es un libro de lo más útil, que contiene consejos prácticos y piadosos para los niños más mayores y los adolescentes acerca de una gran variedad de asuntos. Aunque a veces un poco anticuados, la mayoría de los consejos de Alexander están llenos de sabiduría, y ayudarán mucho a los jóvenes que deseen dedicar sus vidas a Dios. Sus consejos sobre la lectura de las Escrituras, sobre mostrar gratitud a los padres y sobre evitar las malas amistades son particularmente claros y beneficiosos. Toda persona joven debería leer este libro y orar por fortaleza para poner en práctica sus sabios consejos. —JOEL BEEKE