Este libro nos enseña el deleite que debe tener el creyente al observar la providencia divina y la mano del Señor en todos los asuntos del mundo. “El pueblo de Dios no puede entender todo lo que le sucede en su camino hacia el cielo. Cuando lleguemos al cielo, veremos no solo que es un bello lugar, sino que además, veremos la belleza del camino por el cual fuimos traídos. Cuán hermoso será cuando veamos de una sola mirada, el plan entero de la providencia y la razón correcta de cada acto divino. Aunque nuestra vista actual es muy pobre en comparación con la visión que tendremos desde el cielo, no obstante todavía hay mucha dulzura en ella, la cual puedo llamar un poco de cielo”.