Son muchos los que creen que la vida cristiana consiste en ser salvo y tener la completa seguridad de ir al cielo después de la muerte, viviendo entretanto una experiencia de la fe entre lánguida y rutinaria, como si esta no tuviera más que ofrecer.
Durante siglos, el énfasis en el cristianismo como cambio de salvación ha dejado en un segundo plano, una de las enseñanzas centrales del Evangelio; la buena nueva de la nueva creación (Gálatas 6:15) o la nueva criatura (2 Corintios 5:17).
Esa nueva creación no remite al futuro escatológico, sino que se inserta en la vida del creyente, como expereincia de la presencia real de Cristo resucitado, de tal modo que la mujer y el hombre creyentes van siendo transformados a imagen de Cristo, o dicho de otro modo, Cristo se va configurando en los creyentes, en una unidad ontológica y espiritual capaz de llenar la vida de un sentido y de una alegría que exceden a todo conocimiento.
Este libro expone en toda su profundidad lo que esto significa, su naturaleza, carácter e implicaciones, comenzando desde el principio, desde Cristo, pasando por la conversión y el nuevo nacimiento, hasta llegar al nuevo ser, que es Cristo en los hombres y mujeres creyentes como esperanza de gloria y proyecto de vida (Colosenses 1:27).
Se analiza, también, lo que esto implica en la vida social y en la formación de una nueva humanidad y una nueva cristiandad, a partir del nuevo hombre en Cristo.
Una revolución y una pasión infinitas de las que los creyentes deben tener conciencia para llevar vidas realizadas, comprometidas y relevantes ante Dios y el mundo.
En ocho capítulos, el autor, cubre todo el ámbito formativo. Partiendo del origen de todo: Jesucristo, comienzo y fin, va desarrollando cada una de las distintas facetas de la vida cristiana: el llamado a la conversión, el nuevo nacimiento; la identidad cristiana; las características de la vida en Cristo; los recursos, medios y ayudas: lectura de la Biblia, oración, poder del Espíritu, apoyo de la comunidad; para concluir con los deberes prácticos y obligaciones sociales del cristiano: el cristiano en la adoración, el cristiano en el hogar, el cristiano en el trabajo, el cristiano en guerra espiritual. Una revolución y una pasión infinitas de las que los creyentes deben tener conciencia para llevar vidas realizadas, comprometidas y relevantes ante Dios y el mundo.