A la tétrica luz de parpadeantes antorchas, el exaltado grupo de cazadores se entregó frenéticamente a derribar con dardos grandes murciélagos, devoradores de fruta, y a rematarlos con los puños. La atmósfera de la cueva bullía con el griterío y el chapoteo de los hombres, el chillido de los murciélagos y el lanzamiento de mortíferos dardos. Entonces, Anderson propuso tranquilamente cruzar el lago subterráneo...de súbito, se hizo un silencio sepulcral en el seno del grupo de ex caníbales, y en la profundidad del lago subterráneo, en el corazón de Papúa y Nueva Guinea, Anderson haría un profundo descubrimento...uno de los muchos que transformarían para siempre al pueblo folopa.
A través del apasionante relato de los traductores de la Biblia Neil y Carol Anderson, el lector redescubre algo que podría haber olvidado...el poder intrínseco de la palabra de Dios para arrebatar vidas humanas de la oscuridad e inundar los corazones de luz, entendimiento y paz.