El Salmo 119 es conocido no solo por ser el salmo más extenso de la colección, sino también por su tópico central: la Ley de Dios. Este Salmo ofrece una serie de reflexiones sobre el tema expresadas de diferentes maneras, desde peticiones hasta acciones de gracias, desde resoluciones hasta llanas afirmaciones; tratando la naturaleza, propiedades, cualidades y efectos de la Ley. Juan Calvino ofrece al lector sus valiosos comentarios desplegando su pasión y alta estima por las Escrituras. Sirva este comentario para inspirar en nosotros el deseo de imitar a Calvino y humillarnos ante la Santa Ley de Dios.
Al publicar el comentario de Juan Calvino sobre los Salmos 135 al 150, la CLIR añade a su repertorio de literatura reformada una perla más, y un motivo más de agradecer a Dios por darnos la oportunidad de apreciar la inmensa obra de su providencia que representa Calvino para la Iglesia de Cristo. En el comentario a estos 16 Salmos, Calvino hace una fina exégesis, adornada de una reflexión teológica consistente con el texto y con toda la Escritura, así como una debida aplicación pastoral a la vida del creyente y de la Iglesia. Esta triple combinación, rara de encontrar en comentarios modernos, es la que necesita el predicador que toma la Biblia como revelación divina y fuente de alimento sólido que permita el crecimiento individual y eclesiástico.