"Como probablemente ya has descubierto, el matrimonio no es tan sencillo como "casarse con el hombre correcto" y vivir felices para siempre. Todo hombre que conozco es un auténtico pecador. Y puesto que tú y yo somos por naturaleza personas egoístas, caídas, se necesitará un verdadero esfuerzo para producir un matrimonio divino. Un buen matrimonio, como todo lo que vale la pena, requiere que se haga lo correcto cada día, cada hora, cada momento. Descubre en esta lectura cómo Dios puede hacer glorioso tu matrimonio". Debi Pearl
