Uno de los mayores problemas de la iglesia es que no comprendemos quién es Dios. Pero en esa revelación - la teofanía en la que Dios apareció a Moisés - se reveló parte de la majestad trascendente de Dios. Lo que era invisible se hizo visible por medio de la teofanía. La revelación de Dios en la zarza que ardía y no se consumía sigue teniendo la misma relevancia para los cristianos de hoy.