La relación de una madre con su hijo varón es tremendamente importante y adquiere un valor singular. Nos sorprenderá ver cuantos de nuestros héroes cristianos fueron formados por la dedicación y la piedad de su madre. Aunque hayan tenido un padre presente, dedicado y fiel , ellos insisten en que su principal influencia espiritual fue su madre.
La historia nos habla de mujeres cuyo amor por la Biblia formó a sus expositores más prominentes desde la antigüedad, y mujeres cuya oración incesante condujo hacia la tan esperada salvación de sus hijos descarriados. Nos habla de mujeres que fueron grandes teólogas sus únicos alumnos hayan sido sus propios hijo. Nos habla de mujeres que sentaron bases y fundamentos en la vida de sus hijos que, a pesar de todos los intentos de estos, nunca lograron deshacerlos. Una y otra vez nos habla de cristianos excepcionales que le deben tanto a su madre piadosa y fiel.
