La vida de David, pastor, salmista y rey, ha inspirado la creatividad de todo tipo de artistas. Poetas, dramaturgos, novelistas, ensayistas y escultores, han visto en la figura de David un personaje ideal para estudiar y explorar, exponer y analizar, actualizar y describir, dibujar y esculpir… Biografías, novelas, películas y oratorios musicales han contado sus gestas, sus virtudes y sus errores. Los pinceles de Caravaggio, Pussin, o Rembrandt se extasiaron tratando de plasmar sobre el lienzo lo peculiar de su personalidad. El cincel de Donatelo, Verrogio, Bernini y especialmente de Michelangelo, alcanzaron su máxima inspiración movidos por su hermosura física. Los libros y comentarios biográficos escritos en diversos idiomas desde una perspectiva cristiana, no cabrían en una biblioteca. Y uno se pregunta ¿cabe añadir algo cosa más?
Aunque David ha generado en la historia mucha creatividad artística, tanto visual como literaria, las biografías científicas, sobrias y analíticas sobre su persona no abundan. Se pueden encontrar en castellano obras de corte homilético y espiritual, orientadas a la devoción, pero que no atienden las dificultades históricas, los desafíos éticos y las complejidades teológicas relacionadas con el personaje. Exploran, explican y actualizan algunas facetas gratas de su vida; sin embargo, en referencia al hombre que adultera, y que para encubrir su pecado es capaz de asesinar a un fiel y dedicado aliado y amigo, los estudios no son muchos. No es de extrañar, por tanto, que el doctor Angel Velez, Director de la Escuela de Teología de la Universidad de Puerto Rico, afirme categóricamente: «No hemos tenido acceso, por el momento, a muchos textos que ofrezcan mayor cantidad de datos o hayan trabajado con mayor rigor el número de fuentes en torno a David que esta obra del Dr. Pagán.»
El propósito de este libro, –en palabras del propio autor– es: «Explorar las complejidades de David, sus aspiraciones, proyectos y triunfos, junto a sus derrotas, ansiedades y pecados, más allá del “dulce cantor de Israel”. No intentamos presentar un David piadoso y consagrado, sino al hombre lleno de conflictos e incertidumbres» El objetivo del autor es identificar al David humano de ayer con los problemas del lector humano de hoy; y demostrarle como un personaje tan complejo y contradictorio, lleno de logros y limitaciones, virtudes y defectos, como David, puede en manos de Dios llegar a convertirse en una figura ideal, en un personaje emblemático, en un buen modelo para las generaciones subsiguientes, en una figura mesiánica.
El esfuerzo realizado por el autor ha sido gigantesco, si tomamos en consideración las dificultades de acceso a documentación relativa a este singular y enigmático personaje, fuera de las fuentes bíblicas. Pero el análisis magistral de las narraciones bíblicas, unido a las evaluaciones críticas de la información proveniente de la arqueología, pone de manifiesto claramente las destrezas académicas del autor, que ha logrado un texto ejemplar en el que se conjugan las exigentes demandas de la erudición académica con un estilo diáfano y transparente, las nuevas investigaciones exegéticas y hermenéuticas con la generosa claridad literaria.