La descripción que hizo Nietzsche en "Así habló Zaratustra" es una parodia perfecta de la Norteamérica de quienes hacen footing y dieta a finales del siglo XX. La salud ha sustituido tanto al cielo como a la ética. El atletismo es la nueva forma de ascetismo. Se valora más el pensamiento positivo que la reflexión y la meditación. La experiencia humana, con sus complejidades ricas, trágicas e irónicas, se ha reducido al relumbre del bienestar físico. Y si una persona hace deporte y come sano se le promete que obtendrá conocimiento y el dominio de sí misma, y así se sentirá realizada.
"Uno tiene sus pequeños placeres diurnos y sus pequeños placeres nocturnos", comentaba Nietzsche. "Pero siempre le preocupa la salud. Hemos inventado la felicidad" dicen los últimos hombres, guñando el ojo.