La muerte de Jesucristo fue un asesinato. Fue el pecado más impresionante que jamás se haya cometido contra alguien. En el momento clave de toda la historia humana, ese pecado sirvió para mostrar la mayor gloria de Cristo y obtener el don de la gracia de Dios. Dios no solamente derrotó el mal en la cruz sino que hizo que el mismo mal se auto destruyera. Es como si el mal hubiera cometido suicidio al ejecutar su peor maldad.
Los pecados «espectaculares» analizados son: La Caída de Satanás, La Desobediencia de Adán, el Orgullo de Babel, la Venta de José, la Línea Pecaminosa de la cual vino Cristo, y Judas Iscariote. Estos pecados son analizados a la luz de toda la Biblia, y Piper concluye que estos horribles pecados, al final, fueron usados por Dios para exaltar a su Hijo Jesucristo.
Piper explica las diferencias entre lo que Dios «ordena» y lo que él «permite»; es importante mantener en mente esta distinción para seguir su línea de pensamiento, y para entender por qué suceden tantas cosas en el mundo que son no solamente horrendas, sino también sin sentido. En algunas porciones el libro es bastante teológico, y cuando Piper comienza a entrar un poco en especulación, prefiere detenerse y simplemente decir que lo que la Biblia dice no siempre lo podremos comprender por completo.
«Pecados Espectaculares. . .» es un librito pequeño y uno lo puede leer rápido. Aún así, como todos los libros de Piper, se deben de leer detenidamente, con un lápiz o pluma en mano.
Este libro da esperanza. En un mundo que parece estar sumergido en caos, Piper nos recuerda que todo tiene un propósito cósmico, y que éste es que la gloria de Cristo sea manifestada de una manera espectacular, para que toda boca sea tapada, y todos reconozcan que Cristo es el Rey de reyes y Señor de señores.