Muchas personas se reúnen para discutir, debatir y comentar las Escrituras. Con frecuencia caen en diferencias acerca de lo que ella quiere decir o en cuanto a cómo debe interpretarse.
Para otros, la Biblia es un enigma susceptible de diversas interpretaciones. Algunos, incluso, se desesperan sintiendo impotencia por no encontrarle sentido. Otros consideran que la Biblia tiene una faz de cera capaz de amoldarse a los intereses particulares del que la usa. Con demasiada frecuencia, la conclusión parece ser que se puede citar la Biblia para probar lo que sea.
Esta obra proporciona las reglas de interpretación clásicas para evitar interpretaciones erróneas de la Biblia o según preferencias personales. Además, le brinda al estudiante las llaves que abren las puertas al libro divino para contemplar los grandes tesoros contenidos de tapa a tapa.