Nacido en una familia afectuosa, Dietrich Bonhoeffer fue pastor, maestro teólogo y espía. Se atrevió a denunciar la tribulación que se apoderó de Alemania cuando Adolf Hitler subió al poder, instó a la iglesia cristiana a rescatar a los pueblos despreciados y a resistir contra el imperio del mal de Hitler.
Acusado de ser un agitador. Dietrich perseveró intrépidamente en medio de la maldad. El legado que nos dejó la historia de su vida sigue vigente: Callarse es hablar. No hacer nada es actuar.