La madre de George entró en pánico al escuchar los cascos de los caballos y los gritos alborozados de los asaltantes. ¡Bushwackers! Estrechó al bebé contra su pecho y se quedó paralizada, presa del terror. De repente, un hombre irrumpió por la puerta: “¡Aquí tenemos a una, muchachos!”, gritó mientras agitaba en el aire su rifle con júbilo, y arrastraba a sus cautivos al frío aire de la noche.
George Washington Carver, un esclavo al que secuestraron siendo niño, encontró la libertad aprendiendo todo lo que podía del mundo a su alrededor. Sobreponiéndose a la pobreza y el racismo, se transformó en un científico brillante y talentoso profesor, que dedicó su conocimiento a ayudar a los granjeros negros a salir de la pobreza.
Su creatividad no conoció límites. El doctor Carver impartió generosamente su talento sin más recompensa que el simple gozo de ayudar a los demás. (1864-1943)