¡Eres un necio! – gritó el padre de William. Tenías todo el mundo por delante, y lo has tirado por la borda a causa de una simple reunión religiosa. ¿Por qué crees que el parlamento ha ordenado que los puritanos sean decapitados y se claven sus cabezas en los postes de la ciudad? ¡Es una advertencia de lo que les espera a aquellos que se atrevan a desobedecer la ley!
Gracias al favor del que disfrutaba el padre de William en la corte real británica, todo lo que tenía que hacer para obtener riquezas y privilegios era mostrarse como un fiel partidario del rey. En lugar de eso, escogió obedecer a su conciencia, lo que le llevó a ser expulsado de la universidad, desheredado, encarcelado y amenazado de muerte.
En un mundo donde las libertades estaban sujetes al capricho de los gobernantes, William Penn, reformador cuáquero, trabajó apasionadamente por la causa de la tolerancia religiosa, libertad e igualdad para todos. (1644-1718)