El cielo en la tierra
El tema de la seguridad es uno de los elementos más importantes de la experiencia cristiana. El Cielo en la Tierra expone que no hay mayor privilegio que ser hijo de Dios y saberlo, ya que la seguridad aporta alegría a la adoración y la oración, y proporciona fuerza y audacia a nuestro testimonio. En consecuencia, el fracaso y la debilidad en todas estas áreas a menudo pueden remontarse a una falta de seguridad, o incluso a una falsa seguridad. Esta obra de Thomas Brooks, publicada por primera vez en 1654, trata todos estos aspectos de la seguridad de forma bíblica y pastoral.
"Su enseñanza es clara, completa y muy necesaria en el actual clima espiritual. Brooks explica lo que es la verdadera seguridad y guía al lector sobre cómo puede experimentarla plenamente". -Spurgeon
"Todos los santos disfrutarán de un cielo cuando dejen esta tierra; algunos santos disfrutan de un cielo mientras están aquí en la tierra. Que los santos puedan disfrutar de dos cielos es el proyecto de este libro".--Joseph Caryl
Autor
Poco se sabe de Thomas Brooks como hombre, aparte de lo que se puede averiguar por sus numerosos escritos. Nacido, probablemente de padres acomodados, en 1608, Brooks ingresó en el Emmanuel College de Cambridge en 1625. A más tardar en 1640 recibió la licencia de predicador del Evangelio. Antes de esa fecha parece haber pasado varios años en el mar, probablemente como capellán de la flota. Después de la Guerra Civil, Brooks se convirtió en ministro de Thomas Apostle's, en Londres, y gozó de suficiente fama como para ser elegido predicador ante la Cámara de los Comunes el 26 de diciembre de 1648. Tres o cuatro años más tarde se trasladó a St. Margaret's, Fish-street Hill, Londres, pero encontró una considerable oposición al negar el bautismo y la Cena del Señor a quienes claramente no eran dignos de tales privilegios. Los años siguientes estuvieron repletos de ministerios escritos y orales. En 1662 fue víctima de la tristemente célebre Ley de Uniformidad, pero parece que permaneció en su iglesia y predicó la Palabra cuando se le presentó la oportunidad.
