Este librito contiene un poderoso mensaje predicado por Spurgeon en Londres en noviembre de 1859, año en que tuvo lugar un gran avivamiento en aquella ciudad.
Basándose en Números 21:8, este famoso predicador divide su exposición en dos partes. En la primera, muestra claramente al no creyente el estado de perdición en el que se encuentra, y lo hace en términos de la culpa del pecado, la sentencia condenatoria que pesa sobre el pecador, su impotencia para salvarse a sí mismo y (lo que es peor aún) su falta de disposición para hacerlo. En la segunda, por contraste, expone de forma admirable y persuasiva el remedio provisto por Cristo y que se nos anuncia en el Evangelio.