¿Alguna vez se ha preguntado cómo debe adorar a Dios en forma bíblica a la vez culturalmente aceptable? ¿Debe usted hacer algo de lo siguiente: levantar las manos, aplaudir, entonar sólo cantos tradicionales, hacerlo en lugar determinado?
El autor dice: La adoración bíblica es una joya de mucho más valor e importancia para nuestra vida que cualquier posesión, porque es la que nos da libertad para disfrutar de los invaluables tesoros que tenemos en nuestra relación con Cristo. Restaurar la joya perdida de la adoración nos permite encontrar a Dios mismo. Este será un descubrimiento que transformará y revitalizará nuestro corazón, vida y ministerio.