Los padres cristianos tenemos el deber de instruir bíblicamente a nuestros hijos (Deut. 6:4-9; Sal. 78:1-8; Pr. 1: 8-9; Ef. 6:4 por sólo citar algunos textos). El problema es que algunos no saben cómo hacerlo, y desisten antes de empezar. He aquí un intrumento que puede ser de gran utilidad para llever a cabo esta ineludible responsabilidad paterna. Por cientos de años la Iglesia de Cristo ha hecho uso de catecismos como un medio excelente para la enseñanza de las doctrinas bíblicas, siendo el Catecismo Menor de Westminster uno de los más conocidos.
Alguien ha dicho que "después de la Biblia y el Progreso del Peregrino, ningún otro documento desde la Reforma, ha jugado un papel tan importante en formar el pensamiento y el carácter cristiano como el Catecismo Menor de Westminster". Desde su publicación, en 1648, su utilidad ha sido ampliamente reconocida, sobre todo en el mundo de habla inglesa. A través de preguntas sencillas con respuestas sencillas, y cada respuesta apoyada por versículos bíblicos, los padres pueden guiar a sus hijos en el conocimiento de las doctrinas más importantes de la Palabra de Dios.
Memorizar estas preguntas con sus respuestas y versículos de apoyo, no es un fin en sí mismo. El propósito es proveer a nuestros hijos el conocimiento de las Escrituras que hace sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús (2 Tim. 3:14-17). Los padres encontrarán aquí una ayuda invaluable para llevar a cabo esta tarea.
Esta decisión del catecismo que presentamos a continuación es una traducción del Catecismo Menor en su versión Bautista.
Es nuestra oración que Dios se complazca en bendecir este medio de instrucción en la verdad de las Escrituras, para la salvación de unos y la edificación de otros, y todo con el propósito ulterior de que cumplamos el fin principal del hombre, tal como lo enseña la pregunta No. 1 de este catecismo: "El fin principal del hombre es glorificar a Dios, y gozar de Él por siempre"
Pastor Sugel Michelén,
Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo.