¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Cómo vivir una vida buena? ¿Por qué el mundo está tan quebrantado? ¿Qué puedo hacer para ayudar a arreglarlo? Estas son algunas de las grandes preguntas que todos nos tenemos que responder. Jesús cambió la vida de cada persona que conoció en los Evangelios cuando se encontró con ellos y les dio respuestas inesperadas a sus preguntas más grandes. Estos encuentros todavía pueden responder nuestras preguntas y dudas hoy.