"William Carey vio zarpar desde el muelle el hermoso navío que enfilaba hacia el canal de la mancha sin él a bordo. Grandes lágrimas le resbalaron por las mejillas, y una profunda desilusión invadió su corazón. ¿Qué iba a decir a la Sociedad misionera? Le esperaba una gran tarea al otro lado del mundo. Debía partir para la India, ¡pronto!"
El asombroso viaje a la India de William Carey dio comienzo a una aventura misionera cargada de dificultades y problemas así como de grandes victorias.
William Carey, el "padre de la misión moderna", como también se le conoce, mostró una voluntad inquebrantable para cumplir el propósito de acercar el evangelio a los que andan en tinieblas. Su vida de servicio y sacrificio es en hito para los cristianos de todas las generaciones.