¿Por qué un libro sobre lágrimas?
Porque ella me llamó llorando con la clase de llanto que silencia las palabras. Cuando pudo hablar, me dijo: "Perdóname, por favor... perdóname por llamar llorando... pero no puedo dejar de llorar y eres la única que vino a mi mente para poder hacerlo..." Algo anda mal.
Puedo decirles que conozco demasiadas historias de gente que llora sola, en medio de una multitud que la ignora o la condena.
He llegado a saborear la dulzura de Jesús porque he probado la amargura de este mundo roto.
No podría entender y mucho menos celebrar la victoria de mi Rey sin antes aceptar la aflicción que este mundo le trajo a Él y a mí.
Este libro es una colección de escritos sueltos que nacieron de la necesidad y que comparten un hilo común: los dolores de habitar un mundo caído mientras vemos a un Rey triunfante.
Mi oración es que sea un bálsamo sobre las heridas que están escondidas y un despertador para los que quizás aún no han tenido que atravesar una pérdida o angustia profunda.
Llorar es parte del plan de Dios para la salvación.
Si queremos parecernos a Jesús, esto incluirá lágrimas.
Y esto es bueno, de verdad.